“La ignorancia es la madre de la maldad y de todos los demás vicios.”
Galileo Galilei (1564-1642) Astrónomo, físico y matemático italiano
¿ Qué ha significado la docencia para mí?
Se me ocurre una palabra para resumir esta etapa: satisfacción y todos sus positivos sinónimos, porque en estos treinta y tantos años que he ejercido de profesora de Lengua y Literatura he sido feliz. Sí.
A ver, no todo ha sido un camino de rosas, ha habido momentos menos buenos, regulares, malos, pero superables gracias a ese “amor” a esta profesión-vocación que nos convierte en Hércules de múltiples tareas diarias.
Desde que comencé a impartir clase, por distintos institutos de Extremadura, me he sentido una persona privilegiada porque acerté con lo que deseaba realizar en mi vida, una profesión que amaba y que me aportaba alegría y bienestar, muy importante en nuestro mundo.
Caminando por esta etapa maravillosa he estado acompañada de seres estupendo, de compañeros con los que he compartido: confidencias, evaluaciones, fiestas, excursiones, claustros y que con el paso del tiempo se han convertido en buenos amigos; también con miles de alumnos diferentes, variopintos, con los que he departido, no solo de lengua y literatura, igualmente de emociones, actitudes, penas y alegrías, sentimientos, sueños y aspiraciones de vida a la que se enfrentaban enarbolando la bandera de la eternidad, algunos ya periodistas, médicos, mecánicos, profesores, peluqueros,… además con padres y madres preocupados por la educación de sus hijos, y con colaboradores del entorno como asistentes sociales, bomberos, policías, médicos que ayudan en la labor educativa y personal del alumnado.
De esas vivencias y relaciones personales, en este tiempo de profesora-maestra he aprendido de todos ellos y me han enriquecido como persona y profesional, y han contribuido a que disfrute de esta profesión en la que está presente: la educación, la cultura, el altruismo, la igualdad, el respeto, el compañerismo, la alegría y todas las actitudes que generan buenas personas.
Creo que ha quedado claro que he amado y disfrutado mi labor como docente y pienso que habré colaborado de alguna forma en la formación positiva de los alumnos, al menos, de algunos.
“ El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es lo más dulce de todas las pasiones” (Descartes)
Aunque Seneca acertadamente decía: “ para poco ha nacido quien aguarda el reconocimiento de sus contemporáneos”.
Sin embargo, “es de bien nacidos, ser agradecidos”, y yo quiero agradecerles sinceramente este reconocimiento. Gracias.
(Funcionaría mejor la docencia si no hubiera tanta burocracia para los profesores y sería necesaria una Ley Educativa definitiva, con consenso de todos y participación de los docentes activos).