“Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas.”
Miguel de Cervantes (1547-1616) Escritor
José Mª Gallardo Durán, alias Chele, catedrático de Inglés que fue del I.E.S. “Bartolomé José Gallardo” de Campanario.
Nací en marzo de 1956 y nunca me planteé ejercer otra profesión.
Soy licenciado en Filología Inglesa desde junio de 1978. Guardo un recuerdo entrañable de mis profesores y compañeros de clase de los centros por los que pasé desde niño, así como de los colegas y de los alumnos de los institutos en los que impartí clase hasta mi jubilación en septiembre de 2019.
Durante el curso 1978-79 fui ayudante de conversación en dos escuelas de secundaria de Birmingham.
En septiembre de 1979 me contrataron como profesor de Inglés en el antiguo I.F.P. de Don Benito, donde aprendí el oficio y enseguida supe que gozaba de la virtud romana de “auctoritas”, lo que hizo mi trabajo más agradable. En 1992 pedí traslado al I.B. “Bartolomé José Gallardo”. En 1995 obtuve la condición de catedrático.
El instituto de Campanario fue uno de los quince centros que en 1993 implantaron la LOGSE. Me cupo la tarea de ejercer la Jefatura de Estudios. Fue un tiempo recio. Transitábamos sin mapas, pero cuando ahora hago balance de lo que hicimos con aquella ley, con sólo una brújula, sé que lo que vino después nos quitó a los profesores parte de la libertad que la LOGSE nos había dado: dispusimos de un aula organizada en semicírculo con la posibilidad de mover las sillas para trabajar en parejas o grupos. Eliminamos los libros de texto; adoptamos un enfoque puramente comunicativo de la enseñanza del inglés y fomentamos las destrezas de escuchar, hablar, leer y escribir, esta última introducida poco a poco. Elaboramos una programación en la que los conceptos y los procedimientos no eran inamovibles. Utilizamos el inglés como lengua vehicular desde el principio. Pusimos en práctica un programa de pruebas orales sobre lecturas graduadas en todos los cursos que permitió que alumnos de Bachillerato pudieran acceder a la literatura en inglés casi en versión íntegra y hablaran de ello con fluidez. Los mejores alumnos llegaban a leer doce libros durante el curso. Tres eran obligatorios por trimestre.
Resumiendo, la LOMLOE me es desconocida. Las otras tres no añadieron nada capital a la LOGSE, sólo la encorsetaron, sobre todo la LOMCE.
Sin embargo, tengo principalmente tres pegas que ponerle a la LOGSE:
Primero, mantuvo las calificaciones en todos los cursos. Hubiera bastado con que el alumno recibiera calificaciones al final de 4º de E.S.O. y de 2º de Bachillerato.
Segundo, el legislador no fue valiente con la diversificación y las adaptaciones. No dio la posibilidad de abandonar materias.
En tercer lugar, la LOGSE debería haber establecido pruebas externas al final de cada etapa, y aquí incluyo la Primaria. Las de la LOMCE no valen. Es una anomalía que los profesores seamos jueces y parte en la calificación del alumno. Sin pruebas externas la sociedad no sabe exactamente cuál es el nivel educativo de la nación, ni puede evaluar la labor de los docentes.