“Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen.”
Henry Ford (1863–1947) Empresario EEUU
A partir de ahora empieza una nueva etapa en mi vida llamada jubilación; mis objetivos pasan a ser otros. No hay prisa en terminar una obra, si no empezar cada día una nueva.
He sido profesor durante cuarenta años, no solo me sentí una pieza fundamental del sistema educativo de nuestra sociedad, sino una pieza imprescindible de la sociedad en sí misma, pues los alumnos que hoy aprenden serán los adultos que mañana integren la sociedad y el mundo en que vivimos.
He educado, he enseñado, he llenado vidas de ilusiones, ministerios de funcionario y empresas de empresarios.
He querido a mis alumnos y siempre me sentí querido. He tenido el privilegio de tener la profesión más bonita del mundo, “enseñar al que no sabe”. Si volviera a nacer volvería a ser profesor.
Me gustaría recordar unas anécdotas que me ocurrieron a lo largo de mi vida profesional que me hicieron reír muchísimo, hoy las comparto con vosotros.
- Antonio, ¡esta vez espero no pillarle copiando en el examen!
Y muy sinceramente me contestó:
- Pues yo también lo espero don Manuel.
Otro día un estudiante que tenía en primero de economía me dio el cambiazo a unos de mis exámenes y se equivocó de preguntas, yo creí troncharme de risa.
Espero que me recuerden con cariño y si a alguno de ellos les fallé, sepan disculparme.
Hoy en día se habla de que en nuestra profesión han aparecidos “fantasmas” que la perturban y la hacen más difícil, así el mito de Telémaco, para definir las actuales y atípicas relaciones paternofiliales y que también se refleja en la relación alumno-profesor.
Siempre que la educación se vea alejada del uso constante de la razón y del corazón estaremos expuestos a distintos fracasos educativos, sin duda.
Fui un profesor incansable, y ahora quiero ser un jubilado incansable.
Jubilación: ¿no es en vano el sentido de esta palabra, júbilo, alegría, regocijo, gozo, “SATISFACIÓN DEL DEBER CUMPLIDO”?
Cada edad nos da un papel diferente.
Mi legado permanecerá en todo aquello que he enseñado.
Hoy pienso en todo el tiempo que robé a mi mujer y a mis hijos mientras trabajaba, y en regalárselo ahora y demostrarles que el que les di mientras trabajaba solo fue el anticipo de lo que les espera….
Para acabar, les doy las gracias por dedicarnos tiempo de sus vidas en ofrecernos este homenaje.