“Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad.”
Julio Verne (1828-1905) Escritor francés
Es difícil resumir en 500 palabras 42 años de docencia (2 en centros privados y 40 en públicos); desde 1974 en un colegio privado de EGB en Madrid hasta mi jubilación en el 2016 en el CEPA “Abril” de Badajoz, he tenido la suerte de recorrer diferentes ciudades y etapas educativas.
Las ciudades en las que he ejercido la docencia han sido: Madrid, Leganés, Marbella, Ceuta, Tarancón, Cuenca, Mérida y Badajoz (en esta última la mitad de mi docencia, 21 cursos). He tenido la fortuna de haber impartido mi labor durante 17 cursos como maestro en E. Primaria y 25 como profesor en E. Secundaria; en la Universidad he sido profesor de Sociología en distintas facultades de la Universidad de Extremadura los últimos 17 cursos. Destacar que he sido asesor de formación en diferentes Centros de Profesores: Ceuta, Tarancón, Cuenca, Mérida y Badajoz.
El hecho de haber disfrutado de tantas ciudades y etapas educativas hace que el recuerdo, aún reciente, de mi vida profesional sea positivo en el sentido amplio de la palabra. Son muchos los recuerdos agradables a lo largo de estos años; mencionaré tres:
1º Mis primeros cursos de maestro en Leganés, en el CP “San Agustín”, donde la ilusión era máxima y la participación del alumnado y profesorado encomiable. En mi primer curso 1976-77 me asignaron un primer curso con 42 alumnos, muchos sin escolarización previa, sin duda haciendo necesario llevar una enseñanza personalizada, con mucho trabajo pero también con interés, alegría y satisfacción por el avance de los alumnos. En el curso 1978-79 fui profesor de Ciencias Sociales en la Segunda Etapa, y, del mismo, recuerdo las asambleas con el alumnado celebradas en la capilla, (el Centro estaba enclavado en un antiguo convento), para analizar cada uno de los temas dados y preparar los siguientes.
2º Mis años como asesor de formación en Centros de Profesores, fundamentalmente los primeros en Ceuta (1985-86 y 1986-87) dado que éramos pioneros y todos esperábamos avances y conocimientos de los nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje, así como de formación e innovación. La participación voluntaria a cambio de nada era digna de mención, después aparecerían los sexenios; disponer de un lugar para reuniones y asistir a ponencias y cursos de especialistas era todo un lujo que se agradecía.
3º Mi último y excepcional curso en el CEPA “Abril” (2015-2016), fundamentalmente los cursos presenciales de 1º y 2º de ESPA, cada alumno con su vida y situación muy particular y específica, la mayoría procedente de familias desestructuradas, con los que me he implicado mucho y sentido feliz, recibiendo lo mismo por su parte.
¡Cuántas leyes desde la LGE a la LOMCE! ¡Cómo han pasado los años!
Para terminar, un día imborrable fue el 28 de noviembre de 2003 (día del maestro) cuando leí mi tesis doctoral titulada: “Juan Uña Gómez: un extremeño en la ILE”.
¡Qué bonito fue la elección del MAGISTERIO como profesión, a pesar de algunos avatares! Me he jubilado con la misma ilusión que el primer día.