“Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.”
Charles Dickens (1812-1870) Escritor británico
Parece que fue ayer cuando inicié mi vida laboral como Maestra. Mi primer destino Peloche, en una escuela semiunitaria, con mi compañera Clara que me ilusionó aún más por la docencia. Después pasé por Villanueva de la Serena, Valdivia, Villagarcía de la Torre, Peñalsordo y por fin Orellana, mi pueblo.
Comencé en Educación Infantil, mi especialidad, y aquí pasé unos años maravillosos con "mis niños" y rodeada de unas maestras excepcionales.
¡Cuántas experiencias! en un grupo escolar solamente para Infantil! éramos siete maestras con ansias por trabajar e innovar en nuestras aulas. ¡Cuantas horas, después de nuestra jornada! preparando unidades didácticas, proyectos, excursiones, teatros! ... Fueron unos años maravillosos.
Más tarde concursé para Educación Primaria en el mismo Centro, Santo Domingo, y seguí con compañeras y compañeros que se esforzaban e ilusionaban con nuestro trabajo. Seguíamos en la misma línea innovando y preparando materiales didácticos.
¡Qué años más apasionantes!
Ahora, mirando hacia atrás, me doy cuenta que se han pasado volando y de lo afortunada que he sido trabajando en lo que más me apasiona, la docencia.
He aprendido tanto de mis alumnos y compañeros que de todos he ido enriqueciéndome, tanto académica como personalmente.
Creo sinceramente que todos estos años dedicados a la educación me han hecho más asertiva, solidaria y humilde. En definitiva, mejor persona y maestra. Todo ello ha contribuido y ayudado a la transmisión de esos mismos valores a mis alumnos. Porque no sólo se trata de enseñar sino, aún más importante, EDUCAR. Hoy, en esta época digital, cualquier alumno con voluntad puede ampliar conocimientos por sí mismo.
Pero la educación va más lejos, pretende formar personas dignas, libres y con objetivos en la vida.
Por eso creo que al final de esta etapa dedicada a la docencia siento que he puesto mi granito de arena para que mis alumnos sepan y puedan seguir sus caminos, encauzar sus vidas y siempre adelante, sin dejar de formarse, pues la educación nunca termina.
Caridad González de Mendoza Ruiz