“Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón.”
Pitágoras de Samos (582 AC-497 AC), Filósofo y matemático griego
Comencé a ser maestra en 1976. Tiempos de cambio en nuestro país (esperábamos el nacimiento de la democracia) con lo que suponía para la educación en libertad.
Fue en el barrio marginal de Las Palmeras en Córdoba donde de manera muy intensa, por las características del alumnado, lo que fue para mí todo un aprendizaje de vida haciendo mío
“UN MAESTRO SE HACE", se aprende con los alumnos, con las familias, formándose continuamente para adaptarse a los cambios sociales desde el valor de la educación pública.
Soy extremeña y quería volver a mi tierra ¡era tan diferente al barrio marginal! (tan rural, tan noble y con tanto por progresar). Aquí me llamaban MAESTRA, después Doña Paqui, seño y al final Paqui (los últimos 32 años se los dediqué a mi pueblo, La Zarza)
Conocer Extremadura y amarla con mis alumnos participando en "Extremadura en la Escuela” fueron unos años de trabajo ilusionante.
Siempre he creído en el proverbio africano " Para educar a un niño/a se necesita a toda la tribu” ", por eso las puertas de mi clase siempre estaban abiertas a ella, en especial a las familias, formando parte de La Escuela de Padres a lo largo de 22 años. Tenía la inquietud de salir del aula para conocer, eran experiencias asombrosas para ellos y despedirlos al terminar 8º en la playa era su gran ilusión.
En mi trayectoria ha habido unos ejes a seguir: La EDUCACIÓN en igualdad, el trabajo en equipo, el amor por la lectura y la ciencia y ayudar a preparar unas mentes curiosas y críticas. Convencida de que la Educación es nuestro pasaporte para el futuro y les pertenece a quienes preparemos hoy.
He sido feliz en esto que ha sido mi vida más que mi trabajo, aunque la sociedad y la Administración no hayan estado siempre a la altura de valorar nuestra entrega.
Hoy me siento pagada con el abrazo de mis alumnos mayores por la calle, con su recuerdo, me alegro de sus éxitos y de haber formado parte de sus vidas. Ellos y ellas han formado una gran parte de la mía.