“Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.”
Albert Einstein (1879-1955) Físico alemán
Soy Luisa Harinero Fresneda,una de tant@s profesores de Educación Secundaria que cuenta con un largo recorrido que empezó en 1978 en el C.L.A. de Alcántara, mi pueblo natal. En él permanecí cinco cursos y tras ellos, pasé por unos cuantos Institutos de Enseñanza Media que era su denominación por entonces en la provincia de Cáceres.En ellos fui curtiéndome y cuando en 1990,conseguí plaza definitiva en el I.E.S. San José de Badajoz, tuve ocasión de comprobar lo difícil que es la tarea de educar. Este centro que por su entorno tiene un alumnado bastante desmotivado en lo que respecta a la formación académica, me sirvió para darme cuenta de que "La Educación" es mucho más compleja que la transmisión de unos conocimientos.Para conseguir pequeños logros, has de estar dispuesta a empatizar y a utilizar grandes dosis de paciencia en el día a día en el aula.
Mis catorce cursos en S. José, de los que los cuatro últimos trabajé como Jefa de Estudios, me brindaron múltiples ocasiones en las que pude comprobar las muchas realidades que conviven en el mismo tiempo y espacio y de las que no somos conscientes, quizás porque la vida nos ha sonreído más y no nos lo ha puesto tan difícil.
Después de esta etapa, pensé que me vendría muy bien un cambio y por concurso de traslados, me fui al C.E.P.A. "Abril" de Badajoz donde he permanecido hasta mi jubilación en 2017.
Confieso que el primer día que entré en un aula de este centro, mi decepción fue tremenda. Los alumn@s que tenía frente a mí, para nada se correspondían con el perfil que yo había imaginado. La gran mayoría eran chic@s de no mucho más de 18 años que habían abandonado el sistema educativo a una edad temprana y entre los cuales reconocí a algún antiguo alumn@ mío. Sin embargo y tras las presentaciones, me dí cuenta de que lo que sí había cambiado en ellos era la actitud frente a la profesora. Esto me tranquilizó y pensé que en esta nueva etapa para ellos y para mí sería más fácil trabajar.
Durante los catorce años que he permanecido en este centro, que quiero resaltar que han sido todo un descubrimiento, he tenido la oportunidad de dar clase en diferentes enseñananzas regladas y no regladas, cuyo alumnado me ha aportado mucho. Trabajar con personas que por diferentes razones han retomado e incluso empezado su formación con una edad que nunca imaginaron que tendrían que hacerlo ha sido una gran lección de superación para mí.
Ahora que hago balance de mi vida profesional, me siento satisfecha con la pequeña aportación que haya podido hacer y muy gratificada porque a veces compruebo que personas con las que he compartido muchas horas han conseguido y siguen intentando mejorar sus vidas y son en muchos casos un gran ejemplo para sus compañeros de clase que por su juventud no valoran en lo que merece la educación que se les brinda.